Muchas veces nos empeñamos en mirar fuera, cuando la innovación se esconde en lo que nos rodea, en nuestro entorno más cercano.
Cada año, de los 25.000 naranjos de la ciudad de Sevilla, se aprovecha sólo una pequeña porción, para la elaboración de mermeladas, combustible o piensos. El resto se recoge para que no ensucie las calles. Benditaluz apuesta por la recuperación de este recurso natural de la ciudad y su transformación en un producto cosmético de alta calidad y elaboración natural.
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